Capítulo 1: El comienzo de todo…
-¿Dónde puse el uniforme?-Se preguntaba Paula mientras buscaba en su armario el uniforme escolar. Al fin lo encontró y se vistió rápidamente.
-¡Baja ya!!-Chilló un chico. Su hermano de nuevo le metía prisa.
-¡Qué ya bajo!!-Gritó ella mientras acaba de calzarse los zapatos. Cogió la cartera y miró el reloj. ¿Por qué su hermano le daba prisa si quedaba más de media hora? Suspiró, nunca le entendería.
-¿Quieres bajar ya?-Dijo de nuevo golpeando la puerta. Abrió la puerta repentinamente.
-¿Feliz?-Preguntó claramente molesta con su hermano. Duncan siempre hacía lo mismo sabiendo que a ella le molestaba.
-Mucho.-Contestó él.-Tienes el desayuno preparado. Si no te das prisa se lo zampará Gyula.
-¿Le vas a dar mi comida al perro?-Exclamó Paula que bajó corriendo las escaleras por miedo a quedarse sin desayuno.
-Nunca aprenderá.-Reía Duncan mientras bajaba las escaleras lentamente esperando a que su hermana gritará enfadada por su mentira.
-¡Me has engañado!!-Se quejó la chica mientras agarraba la leche de la nevera.
-Si no lo hubiera hecho seguirías en la cama, durmiendo.-Le recriminó el mayor.-Me marcho. Recuerda cerrar la puerta y no quemar la casa. Paula gruñó pero no dijo nada.
-Si no te das prisa llegarás tarde.-Le dijo Duncan antes de salir por la puerta y dejarla sola.
-¿Qué se ha pensado?-Paula terminó su desayuno y una vez dispuesta a salir alguien llamó a la puerta. Una figura enorme se entreveía por los cristales.-¿Q-Quien es?-Preguntó la chica algo asustada. Nadie respondió y la chica se decidió a abrir la puerta dudando de si en realidad era su hermano que quería gastarle una broma… Pero cuando abrió la puerta no había nadie.
-¿Duncan?-Miró a su alrededor en busca de su hermano pero no lo vió. En ese momento dos chicas entraron en su jardín. Las dos vestían su uniforme. Una tenía el pelo castaño y largo mientras que el otro más corto, negro y con una coleta a un lado del cabello.
-¿Qué haces ahí pasmada?-Preguntó Vile riendo mientras ayudaba a levantarse a Paula.
-Nada.-Mintió la chica que prefirió no asustar a sus amigas con seres gigantes.
-¿Vamos?-Preguntó Disney sonriente. Las dos chicas asintieron y después de despedirse de Gyula se encaminaron hacia el instituto High Drama Wiki.
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Al entrar en el aula había una multitud de gente rodeando la mesa de Oscopio. Al verlas llegar Popu las llamó con la mano.
-¿Qué ocurre aquí?-Preguntó Vile sorprendida. Al percatarse de su presencia Oscopio se dirigió a ella y preguntó animada:
-¿Vendréis?-Las otras chicas estaban tan emocionadas o más que Oscopio.
-¿A qué te refieres?-Preguntó Paula mirándola sorprendida. Oscopio volvió a sentarse en su pupitre y suspiró:
-Es una historia larga…-Veréis el otro día volvía con mi hermana del instituto. Pasamos por delante del templo del bosque. Y entonces noté que había olvidado mi cartera aquí. Así que le dije a Mia que volviera mientras yo iba a por ella.-Relató Oscopio.-Cuando volvía… Vi una fuerte luz que venía del templo… Luego un feroz rugido y un trueno que caía sobre el templo.
-¿Qué era?-Preguntó Paula pensando en su encuentro de la mañana.
-Ni idea. Pero luego ví una persona de grana ltura bajando las escalera y a través de su cuerpo era capaz de ver el templo. ¡Era transparente!
.!Ahhh!!!-Gritó Disney que no soportaba las historia de miedo.
-¿Qué te pasa?-Preguntó Popu alzando una ceja.
-P-Perdón pero es que odio las historias de miedo…-Se disculpó la chica algo nerviosa porqué estaba segura que la obligarían a ir al templo.
-La cuestión es:-Prosiguió Carol.-Que iremos esta noche a comprobar si el fantasma existe realmente. ¿Queréis veniros?
-Por supuesto.-Exclamaron Paula y Vile al unísono.
-Perfecto. Nos veremos allí después de salir del instituto.-Exclamó Popu. En ese momento el profesor Sr. Dete entró al aula y les hizo sentarse.
Paula se distrajo mirando por la ventana… Sentía un hormigueo que hacía que mirara hacia el templo…
-¡Paula!! ¿Cuál es la raíz cuadrada de 78?-Preguntó el Sr. Dete mirándola seriamente.
-¿Qué?-Gritó Paula que se había entretenido mirando el templo.
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Al final de la clase…
-Ya pueden marcharse. Recordad hacer los deberes.-Dijo el Sr. Dete justo antes de marcharse corriendo por el pasillo.
-Vamos todas.-Dijo Oscopio saliendo animada por la puerta de la clase. Las demás la siguieron, Vile iba la última y alguien se interpuso en su camino.
-No deberíais ir allí.-Dijo un chico de pelo largo y castaño.
-¿Por qué no, Nofor?-A Vile le extrañaba el comportamiento del chico ya que casi nunca habían hablado a pesar de ir a la misma clase.
-Creo que es peligroso.-Dijo él seriamente. Luego se marchó en dirección contraria.
-¿Qué habrá querido decir ese?-Se preguntó a si misma Vile viéndolo alejarse.
-Vamos.-La chilló Carolina haciendo señas con las manos para llamar la atención de la chica.
-¡Voy!!-
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Las chicas llegaron delante del santuario. Todo parecía completamente tranquilo. Las chicas estaban animadas…
-¡Yo no estoy animada!-Exclamó Disney.
El narrador ignoró a la chica y siguió explicando la historia. En cuanto pusieron un pie en el santuario Paula notó un escalofrío. Notaba algo que no le gustaba ahí dentro…
-Parece todo tranquilo…-Murmuró Popu mientras avanzaba por el sendero de rocas que conducía al jardín trasero.
-Deberíais ir con cuidado.-Dijo una voz tras ellos. Las chicas se giraron sobresaltadas.
-¿Quién eres?-Preguntó insegura Oscopio.
-Soy el sacerdote de este templo.-Dijo el hombre de pelo castaño y corto. Vestía un quimono largo y su mirada era tranquila.-Me llamo Marcos.
-No sabía que había un sacerdote en este templo…-Comentó Carol mirando extrañada al hombre.
-Me mudé hace poco. ¿Queréis té?-Preguntó amablemente el chico.
-¿No eres demasiado joven para ser sacerdote?-Preguntó Paula percatándose de que el chico apenas tendría dos o tres años más que ellas.
-¿Acaso la edad importa?-Dijo Marcos que se dio la vuelta para entrar al templo.-Os preparé el té.
En cuanto el hombre se metió dentro las chicas siguieron caminando.
-¿No deberíamos esperarlo?-Preguntó Disney insegura.
-Hazlo tú. No tendremos oportunidad de registrar el jardín con él cerca.-Dijo Vile mientras corría hacia la parte trasera.
-Además él se parece al fantasma que vi…-Pensó en voz alta Oscopio.
-¡Esperadme!-Gritó Disney que no quería quedarse sola con el sacerdote. Las chicas se adentraron más en el extraño jardín que parecía destrozado. En algunos trozos la hierba estaba negra en otros la hierba se había desvanecido dejando la arena a la vista.
-Este sitio está destrozado…-Pensó Carol rodeando un agujero que había en medio del camino.- ¿Qué ha pasado en este jardín?...
-Creo que deberíamos volver atrás…-Propuso Paula a la que el hormigueo no había parado de crecer desde su encuentro con el sacerdote.
-¿Ahora? Ni hablar-Dijeron las demás casi al unísono muy animadas.
-¿Oís eso?-Preguntó Vile. A lo lejos se escuchaban golpes metálicos. Como si una pelea se estuviera llevando a cabo.
-Esto da cada vez más miedo…-Comenzó Disney sin embargo la chica se paró en seco. Paula dejó de sentir el viento golpeándole en la cara y sus compañeras pararon en seco. Una capa amarillenta cubrió todo a su alrededor. El viento, las hojas incluso los pájaros parecían haberse detenido.
-¿Chicas?-Preguntó temerosa Paula. Ella nunca había sido miedosa pero eso la superaba.
-Están bien. Solo he detenido el tiempo.-Dijo una voz tras ella. Era un hombre mayor, vestido con una larga túnica verde oscuro y algo parecido a un cetro en la mano. Paula se preguntaba quién era y que hacia allí pero de repente, como si el hombre le hubiera leído la mente respondió:- Me llamo Dani. La historia de porque aquí es un poco más larga…-Suspiró el hombre. Por unos segundos la capa amarilla que lo cubría todo osciló.-Tenemos muy poco tiempo…-Dijo el hombre poniéndose las manos en el abdomen.
-Estás herido…-Observó Paula mientras Dani intentaba cortar la hemorragia.
-No importa ahora. Mi muerte no será hoy. Mi plan inicial era llamar tu atención pero “ella” me encontró.-Musitó el hombre ahogando un ruido de dolor.-Tengo muy poco tiempo…-Se dijo a sí mismo el hombre. Lo primero tengo algo que te pertenece.-Dani sacó una caja de la manga de la túnica.
-¿Qué es esa caja?-Preguntó la chica clavando su mirada en la caja plateada que apenas media un palmo.
-Lo importante es lo que tiene dentro.-Comenzó a explicar Dani. Primero sacó las Cartas de Clow.-Esto son las cartas de Clow. Son unas cartas con habilidades mágicas. En realidad son 52 pero “ella” logró arrebatarme las otras.-Suspiró abatido Dani mientras le entregaba la baraja constituida ahora de tan solo 11 cartas.-No dudes en que utilizará en tu contra las cartas restantes por lo que te aconseje que tengas muchos cuidado…-De nuevo la carta del Tiempo osciló.-Debo apresurarme. Esto es la llave. Con ella podrás atrapar las cartas. Tómala.-Dani le puso la llave en las manos.-Repite conmigo.-Susurró. Paula sintió con la cabeza.- Llave que almacena el poder de Dani.-Chilló el hombre.
-¡Llave que almacena el poder de Dani!!-Repitió la chica con la llave entre las manos. Notó como algo hacía que su pelo se levantará e incluso le pareció flotar en el cielo. Paula sintió como que las palabras fluían solas de su boca y prosiguió ella sola.- ¡Ahora tu poder me ha sido transferido! ¡Tú nueva ama soy yo!!-En el momento de gritar la última frase notó que la llave comenzaba a crecer y al instante tuvo en sus manos un precioso cetro color magenta con un la cabeza metálica de un pájaro en la punta.
-Esa es tu vara.-Dijo Dani que sonreía levemente.-Finalmente pero no menos importante.- Dani abrió sus manos y una esfera flotante blanca y luminosa apareció ante los ojos de la chica.
-¿Qué es esto?-Preguntó la chica acercándose lentamente. En el momento que lo tocó la esfera comenzó a brillar más fuerte haciendo que tuvieran que cerrar los ojos.
-¡Hola!! ¡Soy Jotaberos!!-Exclamó un figura que había salido de la esfera. El animal parecía una mezcla de gato y oso pero en miniatura ya que el animal no medía más que la mano de Paula.
-¿Jota?-Preguntó Paula mientras cogía al animal por las alas rosadas zarandeándolo.
-¡Soy Jotaberos!!-Exclamó ofendido Jota mientras se libraba de las manos de la chica.-Deja mis alas, chica. Son tremendamente sensibles y tus manos podrían mancharlas.
-¿Qué has dicho?-Exclamó Pau.-Ahora serás Jota.-Dijo mientras le sacaba la lengua haciendo una mueca algo infantil.
-Dejad de pelear.-Riñó Dani mientras se cruzaba de brazos.-Él se encargará de guiarte en está dificultosa tarea ahora que Keroberos y Yue fueron capturados por “ella”-Tras esto dejó ir un enorme suspiro* El otro guardián ya lo creé ya que necesita mucha más magia que Jota. Él es…-La carta comenzó a oscilar violentamente .Dani, visiblemente preocupado, sacó su cetro y apuntó a Paula.-Ahora os devolveré a vuestras casas y no recordareis lo que ha pasado aquí.-Dijo.-Excepto tú, claro.
-Pero…-Intentó reclamar Paula pero ya fue tarde. Una luz cegadora hizo que cerrara los ojos y cuando los abrió se encontraba sentada en su cama. En su regazo J y la llave mientras que las cartas estaban esparcidas por el suelo. Entonces algo cayó del cielo y se posó sobre sus manos.
-Tiempo…-Murmuró la chica mientras miraba la carta que la había salvado. Entonces llamaron a su puerta.
-¡Paula!! ¡Tienes visita!!-Gritó Duncan detrás de la puerta. Paula abrió y salió fuera pero notó como Duncan la miraba mucho.
-¿Qué pasa?-Preguntó extrañada la morena. Duncan negó con la cabeza y contestó:
-Nada. Noté algo raro…-Pero luego bajó las escaleras donde parecía tener visita. Ella bajó detrás y saludó a Mia y Gwendo que estaban sentadas en la mesa conversando animadamente.
Paula se dirigió a la puerta y abrió la puerta. Nofor estaba en la puerta recostado sobre el buzón.
-Sé que tienes las cartas.-Dijo como si nada.-Creo que no podrás reunirlas.
-… ¿Gracias?-Preguntó la chica algo ofendida.-¿Cómo lo has sabido?
-No eres la única a la que la carta tiempo no le afecta.-Explicó el chico.-Lo que en realidad quería decir era: Voy a ayudarte a recuperar las cartas. Si las recuperamos “ella” jamás podrá….-Nofor no siguió la frase y sin despedirse siquiera se marchó calle abajo.
Extrañada por esta visita tan extraña volvió a su cuarto donde Jota ya se había apropiado de un peluche de conejo.
-Esta será mi cama.-Dijo acomodándose en la panza del peluche.-Debo explicarte muchas cosas. Pero lo haré mañana.-Jota cerró los ojos lentamente: Buenas noches Paula.
-Buenas noches, Jota.-Dijo la chica mientras acababa de ponerse el pijama y se acostaba.-Buenas noches a vosotras también.-Murmuró mirando fijamente las cartas que parecían tener un brillo especial por la noche.
Bajo este ambiente de paz tras la tempestad Paula se durmió pensando en las grandes emociones del día.
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-¿Te pasa algo? Te veo serio.-Murmuró Mia mientras levantaba la cabeza del libro de historia. Gwendo hizo lo mismo y ambas miraron preocupadas a Duncan.
-No, tranquila. Es solo que…-Duncan pensaba en su hermana y lo que había sentido en ella esa tarde… Quizás se equivocaba pero debía comprobarlo…
¿Podía ser que Paula hubiera heredaro los poderes de la familia? Se preguntaba sin cesar.